A veces mudarse a un sitio menos poblado, más tranquilo, sosegado es parte de una nueva etapa en la vida. Personalmente no soy nada partidario de la vida en la ciudad, a veces hay muchas cosas que me desagradan, el ruido, los olores y más. Es bien sabido que la vida en la ciudad tiende a ser un poco más rápida, un ambiente mucho más hostil por así decirlo en donde hay personas tomando decisiones rápidas y viviendo una vida a un ritmo un tanto acelerado, y muchas veces no soy nada fan de ello. A veces pienso en no sé… comprar apartamento que valga la pena, en un sitio bastante agradable al que me de gusto salir a pasear al perro, donde pueda hacer ejercicios sin molestias… Pero bueno, a lo mejor es porque vengo un poco del campo, y me da mucho nostalgia pensar en lo calmado que era vivir por allá, aunque nunca esta mal echarse al menos unas vacaciones para salir del estrés citadino.