La Banca Ética es un nuevo tipo de banca cuyo objetivo principal no es el de ganar el máximo dinero posible en el mínimo tiempo posible, sino que es un tipo de banca que a través de sus productos financieros tiene como objetivo ayudar a la economía social y real.
La Banca Ética está compuesta por una multitud de entidades que buscan el beneficio social prestando su dinero para sacar adelante proyectos relacionados con el medioambiente y el entorno social que nos rodea a todos en unas condiciones mejores que la banca tradicional.
¿Por qué nace la Banca Ética?
Muchas entidades se dieron cuenta que el ahorro estaba controlado prácticamente por los bancos, tanto es así que en España, a fecha de hoy, tan solo 6 bancos controlan ya más de 2/3 de los ahorros de todos los españoles, y también se dieron cuenta que a la hora de conceder préstamos solo se miraba de colocarlos al mayor interés posible para ganar el máximo de beneficio posible y así se han hinchado burbujas especulativas, como la reciente Burbuja Inmobiliaria española, que tras reventar se ha llevado por delante a toda la economía nacional desde el 2008.
Así es como nace la Banca Ética como respuesta a esa sinrazón lucrativa, liberal, capitalista y mercantilista de la banca tradicional que hace que se vuelva miope frente a la economía social y real. La Banca Ética pretende ser la banca que permita que el dinero de sus ahorradores llegue a la economía real y social de una forma más sostenible y responsable.
Ya hay muchos inversores y ahorradores que se interesan por saber cuál es el destino de sus depósitos, e inversiones, aceptando incluso el tener una menor rentabilidad por los mismos si es para un buen fin social, como puede ser el de crear empleo, ayudar a la formación e inserción social y laboral de las personas con riesgo de exclusión, creando empresas respetuosas con el medio ambiente que tiene procesos de producción sostenibles y limpios que no generan contaminación o que la reciclan convenientemente y no degeneran el entorno en dónde están instaladas.
¿Qué es lo que hace la Banca Ética?
La Banca Ética se encarga de controlar que el ahorro de sus depositantes vaya destinado a proyectos sociales y se dedica a informar, de forma transparente, a sus ahorradores del destino de sus depósitos y qué es lo que se está financiando con ellos.
La Banca Ética se dedica a financiar proyectos de utilidad social en ventajosas condiciones, a recuperar las cantidades invertidas de forma flexible y a promocionar y apoyar a este tipo de inversiones mediante ofertas de financiación con inmejorables condiciones.
No obstante el dinero invertido debe ser invertido con cabeza, es decir, debe ser invertido en proyectos que sean de carácter social pero que sean viables, ya que si no la Banca Ética podría incurrir en cuantiosas pérdidas que podrían comprometer su viabilidad futura.
¿Qué productos comercializa la Banca Ética?
Uno de los productos que comercializa la Banca Ética y que más fama ha tenido es el conocido como Microcrédito, que consiste en una pequeña cantidad de dinero que se presta para que el individuo pueda montar un pequeño negocio o similar para subsistir y poder sacar a su familia adelante; se suele conceder sin las garantías mínimas exigibles y solo con la condición de que la persona se comprometa a devolverlo a medida que vaya empezando a generar recursos mediante su inversión financiada por dicha Banca Ética.
Otros productos llevan siempre la coletilla de “solidarios”, pese a ser productos similares que también ofrece la banca tradicional, tales como libretas y cuentas corrientes de ahorro solidario, fondos de inversión solidarios, tarjetas solidarias o empréstitos solidarios, todos tienen como nexo en común que se destinan a financiar proyectos sociales.
La Banca Ética, por tanto, es otra forma de hacer banca que antepone la bondad social al beneficio privado, es una banca que aplica una nueva ética al negocio bancario, una nueva banca alternativa que busca satisfacer otras necesidades, las necesidades de las personas, de los ciudadanos y de la economía real sostenible.
Por eso lo que más suele financiar la Banca Ética son proyectos relacionados con el comercio justo, con la cultura, con las energías renovables y con el medio ambiente, es decir, con actividades que sean buenas y que no produzcan consecuencias negativas en nuestro entorno social y ambiental.
Por eso la Banca Ética no concederá nunca créditos al consumo, ni créditos para financiar empresas que se dediquen al armamento, a la energía nuclear, a la explotación de maderas de forma no sostenible, al tabaco o al alcohol o cualquier otro tipo de drogas, ni a la pornografía o actividades degradantes similares. La Banca Ética ha nacido para ayudar a la economía real y a la sociedad a ser cada día mejores y más respetuosos con nuestro entorno, todo con el objetivo de poner en el centro a las personas como objetivo principal de la economía y no al revés.
Ejemplos de Banca Ética
Muhammad Yunus es una persona que fundo el Banco Grameen en Bangladesh en 1976, un banco destinado para pobres con el que introdujo allí la Banca Ética y lo hizo a través de sus ya famosos microcréditos con los que pretendían paliar la hambruna de 1974 dándole la oportunidad a las personas de empezar de nuevo con un pequeño negocio o con lo que sea que le permita generar recursos para su subsistencia. Tal fue su éxito de la iniciativa que fue nombrado Premio Nobel de la Paz en 2006 «por sus esfuerzos para crear desarrollo económico y social desde abajo».
Otro ejemplo de Banca Ética es Triodos, por ejemplo, que es un banco con más de 35 años de experiencia cuyo objetivo es el de destinar sus recursos a financiar el bienestar de las personas y del medioambiente. Son muy transparentes en la información sobre dónde se destinan sus préstamos y su objetivo fundamental es el de ayudar a transformar la sociedad utilizando el dinero correctamente para promover un cambio social positivo financiando a organizaciones y a empresas de la economía real que, con su actividad, aporten un valor añadido a la sociedad y al medio ambiente.
ESTEBAN LÓPEZ
